jueves, 23 de octubre de 2008

La obesidad está vinculada con una reacción insuficiente al placer


Aunque resultados de estudios recientes dejan entender que los obesos podrían sentir menos placer mientras comen que personas que no lo son, y absorberían para compensarlo más comida, esta investigación es la primera que pone en evidencia este vínculo biológico, explica Eric Stice, un psicólogo de la universidad de Texas (sur), principal autor del estudio.
Este trabajo mostró, mediante un sistema de visualización en imágenes del cerebro, que el grado de intensidad de la reacción de los circuitos cerebrales vinculados con el placer tras el consumo de una bebida con chocolate puede ayudar a predecir, en las jóvenes mujeres, quiénes de ellas engordarían.
Este fenómeno era particularmente claro en personas con una variación genética en los centros cerebrales del placer que reduce la producción de dopamina, subrayan los investigadores, cuyos resultados se publicaron en la revista estadounidense Science con fecha de este 17 de octubre.
La dopamina es una pequeña molécula que asegura la comunicación entre las neuronas, las células cerebrales y desempeña un papel en el deseo y las sensaciones de placer. Comer desencadena la producción de dopamina y el grado de placer está ligado a la cantidad de dopamina producida.
"Esta investigación revela que las personas obesas podrían tener menos receptores de dopamina en su cerebro, lo que las lleva a consumir más para compensar ese déficit de placer", subraya Eric Stice, quien investiga sobre la obesidad y las disfunciones alimenticias desde hace más de 20 años.


Fuente: Revista Science. USA. Eric Stice


Aporte: Gustavo A. Cediel

Síndrome de comedor nocturno: un nuevo trastorno de la conducta alimentaria


La anorexia y bulimia son los clásicos Trastornos de la Conducta Alimentaria, debido a las alteraciones patológicas del comportamiento de comer, como ayunos, dietas extremas o ingesta compulsivas de alimentos. El síndrome de comedor nocturno, es una entidad que cursa con estas alteraciones sumadas a variaciones en los patrones del sueño. Los estudios demuestran que a mayor Índice de Masa Corporal mayor incidencia del mismo, por lo que se está considerando la posibilidad de incluir la obesidad como un desorden de alimentación.
El síndrome se caracteriza por presentar: anorexia matutina, hiperfagia nocturna e insomnio; con modificación del patrón neuroendocrino (Eje Hipófisis Pituitario Adrenal, cortisol, melatonina y leptina) el cual tiene función reguladora con ritmos circadianos propios que modulan diversas funciones metabólicas y psicológicas. La exacerbación de la sintomatología coincide con períodos de ganancia de peso y episodios de vida estresante. Los tipos de comedor nocturno son: Comedor compulsivo de tarde y noche, nocturno ansioso, por antojos y el que tiene la creencia del todo o nada sobre el comedor nocturno. El diagnostico diferencial: la bulimia, el comedor compulsivo y el desorden del sueño relacionado con la ingesta nocturna. Todo esto es relevante considerarlo en la evaluación nutricional del paciente que asiste a la consulta, ya que es bien conocido el fracaso de los tratamientos para la obesidad a corto o largo plazo. Por esta razón el objetivo de la revisión es presentar las características del Síndrome del Comedor Nocturno a fin de diagnosticarlo y obtener los resultados esperados del tratamiento.
Los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA) son enfermedades conductuales producidas por una acción recíproca y compleja de factores .La anorexia y la bulimia han sido los clásicos TCA, sin embargo en los últimos años se ha estudiado la posibilidad de considerar la obesidad como un desorden de alimentación, ya que, toda alteración del comportamiento alimentario caracterizado por ayuno o dieta extrema, episodios de sobre ingesta o combinación de ambos es producto de una modulación psicológica .
La obesidad ha estado muy relacionada con el Síndrome de Comedor Compulsivo, y más recientemente con el Síndrome de Comedor Nocturno, el cual permanece en estudio para considerarlo como un TCA, por falta de uniformidad en los criterios.
En un estudio que realizó para determinar el comportamiento alimentario en pacientes con obesidad severa que presentaron resistencia al tratamiento para disminuir de peso.Desde entonces diversos estudios han vinculado a pacientes que presentan algún tipo de obesidad, puesto que el aumento de la ingesta alimentaria como consecuencia del síndrome lleva a la ganancia de peso y una variedad de condiciones que afectan la calidad de vida.
La obesidad es una enfermedad crónica considerada como una epidemia del siglo XXI, su tratamiento es un reto ya que se ha incrementado en forma global con implicaciones individuales y sociales convirtiéndola en un grave problema de salud pública a nivel mundial. Específicamente en la última década se ha observado un aumento de la prevalencia de la obesidad, y se ha establecido como una patología compleja de múltiples etiologías que repercute en la salud bio-psico-social del individuo.
Hoy en día es importante estudiar el patrón de las conductas alimentarias de los pacientes con obesidad, ya que de el depende la elección y éxito del tratamiento nutricional, el cual nos permitirá obtener resultados satisfactorios en la pérdida y mantenimiento sostenido del peso. Muchos profesionales insisten desde un inicio en cambiar las conductas alimentarias, sin considerar que las modificaciones deben realizarse progresivamente de acuerdo al patrón previo del paciente , de lo contrario el objetivo no sería alcanzado.
En esto radica la importancia de conocer y diferenciar el comportamiento del paciente con obesidad. En este sentido cabe destacar que las personas con comedores compulsivos y bulimia tienen instaurados patrones alimentarios que van a dificultar la pérdida ponderal, por lo que los cambios deben ser paulatinos e individualizados
Por esta razón el objetivo de esta revisión es presentar las características de las personas a fin de evaluar, diagnosticar y tratar correctamente a los pacientes que lo presenten, ya que se puede estar frente al síndrome desconocerlo o subdiagnosticarlo y no obtener los resultados esperados del tratamiento.
Prevalencia
La prevalencia de este trastorno varía según diversos estudios, en cuanto a género se ha determinado que es más frecuente en mujeres (66%), cuya causa permanece desconocida. Con respecto a la edad se manifiesta regularmente durante la adultez temprana con edad media de 39 años, y en personas con índice de masa corporal de 26,7 +- 4,6 o con 20% de exceso de peso (43,7%).
Se ha observado que a mayor índice de masa corporal (IMC) y adiposidad mayor incidencia del mismo; 43% en clínicas de obesidad (7).Sin embargo puede manifestarse en la población general (1,5%) (8) aunque es poco frecuente.
Criterios diagnósticos
Anorexia matutina
Hiperfagia matutina
Insomnio
Con respecto a la anorexia matutina, ha sido definida como ayuno o ingesta poco abundante durante el horario de la mañana. Dicho fenómeno se ha explicado como una consecuencia de la alteración del ritmo biológico lo que retarda la aparición del apetito. Es frecuente que estos individuos no sientan apetencia durante las primeras horas del día, incluso pueden dejar de almorzar o sentir muy poca hambre hasta la tarde.En cuanto a la hiperfagia nocturna, refiere que las personas con adecuados patrones de alimentación tienen un consumo calórico menor del 10% de su requerimiento total posterior a la cena, a diferencia de aquellos que presentan el síndrome, quienes ingieren cerca del 35% de sus calorías totales después de la cena. Se ha demostrado una coherencia importante de los patrones conductuales de los pacientes que cumplen con los tres criterios, teniendo como factor principal que el consumo calórico antes de las seis de la tarde oscila en 37% de la ingesta diaria con aumento del consumo de alimentos hasta después de la medianoche, todo lo contrario a lo que sucede en la población en general donde el consumo disminuye después de las seis de la tarde.
Otros estudios señalan que los pacientes que consumen 56% de las calorías diarias en un período entre 8 de la noche y seis de la mañana mientras que los sujetos control cubren en el mismo horario el 15% de las calorías.
En respuesta a la falta de apetito en la mañana (denominado anorexia matutina), se presenta la hiperfagia nocturna asociada a consumo de más del 50% de la ingesta diaria en horas poco usuales, específicamente después de las 6 de la tarde. Este punto de corte en cuanto al horario varía según el lugar geográfico y costumbres propias de cada localidad, se adaptaron los horarios, puesto que notó diferencias en la hora en que se realiza la última comida del día (cena) en diversos países particularmente en la cultura mediterránea.
Con respecto al insomnio, es considerado como un trastorno en el cual la persona tiene dificultad para conciliar el sueño o interrupción frecuente del mismo acompañado de hiperfagia nocturna donde el paciente se levanta en múltiples oportunidades para comer. El horario de esta conducta es variable y puede extenderse hasta las dos y tres de la mañana con una frecuencia de 3-4 veces por semana. Durante estos episodios el individuo no sólo siente la necesidad de comer, sino además que no puede conciliar el sueño de nuevo si no ingiere algún alimento. También se ha observado que los pacientes se despiertan de tres a seis veces más durante la noche con respecto a un grupo normal.
Si bien la depresión no ha sido considerada criterio diagnóstico, se ha asociado fuertemente al mismo Aproximadamente el 45% de los pacientes han experimentado un episodio depresivo mayor en algún momento de su vida y un 30% adicional ha experimentado alguna forma de depresión (10) descrita con la presencia de sentimientos de tristeza o estrés. Se desconoce si esta sintomatología es causada por el mismo o por una causa externa, lo que si se ha establecido es que afecta la habilidad del individuo para controlar afrontar
Tipos de comedor nocturno
-Comedor compulsivo de tarde y noche
-Comedor nocturno Ansioso
-Comedor nocturno por antojos
-La creencia del todo o nada sobre el comedor nocturno.
La identificación de estos grupos en los pacientes, permite un abordaje más asertivo a la hora de evaluar e instaurar tratamiento.
En resumen, los programas para la reducción de peso aumentan la incidencia de reacciones adversas a dichos tratamientos, principalmente de índole psicológica. Incluso en algunos casos el cumplimiento y resultados satisfactorios del régimen nutricional sirven como indicador para conocer el impacto de las medidas psicoterapéuticas aplicadas.
Fuente: Clementina Ellenberg, Beatriz Verdi, Luisa Ayala, Claudia Ferri, Yamileth Marcano, Josefa Vivas De Vega. Centro medico de Caracas. 2006.

Aporte: Carolina Lara Álvarez
Maciel Loyola Pérez

Perfil de la lactancia materna en cuatro servicios de referencia neonatal

Objetivo: Determinar el perfil de la lactancia materna (LM) durante el prenatal y el puerperio en cuatro servicios públicos de referencia neonatal.

Metodología: Diseño transversal, multicéntrico, descriptivo. Se encuestaron a 328 puérperas durante el puerperio en el Hospital Barrio Obrero y en los Hospitales Materno Infantiles de San Lorenzo, San Pablo, y Fdo. de la Mora durante los meses de junio a septiembre de 2001. Se utilizó el programa Lactamat 3,3 del Dpto. Materno Infantil de la Pcia de Bs As. Variables estudiadas: edad materna, días de internación, tipo de parto, alojamiento conjunto, prevalencia de lactancia materna exclusiva, cuidados del pezón en el prenatal, consejos sobre beneficios de la LME, observación de los signos de agarre y posición del RN.

Resultados: El promedio de edad materna fue de 24 años (rango 14-41), número de control prenatal 5 (0-15) 22,8% menos de 4 consultas; días de internación: 2 (2-44). El 58% de los partos fue por vía vaginal y el 42% por cesárea. Durante el prenatal sólo el 39% de las madres recibió consejos sobre cómo cuidar el pezón. El 74% de las madres dio pecho a su hijo en la 1ª hora y el 70% recibió instrucciones sobre los beneficios de la LM. El 83% de las madres le dio a su hijo pecho materno exclusivo. Sin embargo, al 57,6% de las madres no se le orienta sobre dónde acudir en caso de dificultades con la LM. El 39,3% de los recién nacidos no tenía el cuello recto; 28,7% no tenía el cuerpo próximo a la madre; 26,8% no tenía el cuerpo vuelto hacia la madre y un 23,2% no recibían sostén de todo el cuerpo. Se observó en relación a los signos de agarre: 44,2% de los RN no tocaba el pecho materno con el mentón, 31,4% no tenían la boca bien abierta: 40,9% no tenía el labio evertido y 45,7% se veía menos areola por arriba de la boca

Conclusiones: Durante el prenatal existe una alta prevalencia de oportunidades perdidas en el cuidado de los senos y en aconsejar sobre los beneficios de la LM. Durante el puerperio se observó una alta prevalencia de falencias en la técnica de amamantamiento. Se observó una alta prevalencia de alojamiento conjunto y de apego precoz.

FUENTE: Marta Sanabria, Julia Coronel, Cinthia Díaz, Carolina Salinas , Julio Sartori
1. Cátedra de Pediatría. Hospital de Clínicas. Facultad de Ciencias Médicas. Universidad Nacional de Asunción. 2. Hospital de Clínicas. Facultad de Ciencias Médicas. Universidad Nacional de Asunción.

APORTE: Alessandra Araya.

Lactancia Materna


Aseguran que comer pescado durante el embarazo beneficiaría la lactancia
Según un estudio realizado en Dinamarca, el consumo de pescado durante el embarazo y la lactancia materna, estarían relacionados con un mejor desarrollo físico y cognitivo en los niños.

"Estos resultados, junto con los hallazgos de otros estudios de la mujer en los Estados Unidos y el Reino Unido, proporcionan evidencia adicional de que la ingesta moderada de pescado durante el embarazo no perjudica el desarrollo del niño y puede ser beneficioso", dijo la profesora asistente Emily Oken, principal autor del estudio.

El estudio, que apareció en la edición de septiembre del American Journal of Clinical Nutrition, y fue llevada a cabo por investigadores del Departamento de Atención Ambulatoria y Prevención de la Harvard Medical School y Harvard Pilgrim Health Care y el Grupo de Nutrición Materna del Departamento de Epidemiología en el Statens Serum Institut de Copenhague, Dinamarca.

De acuerdo a la nota publicada en el sitio web ScienceDaily, estos resultados proporcionan una prueba más de que los ácidos grasos omega-3 encontrados en el pescado y sus compuestos, son beneficiosos para el desarrollo del bebé.

El equipo de estudio examinó a 25.446 niños nacidos de madres que participan en el programa danés de nacimiento, un estudio que incluye a las mujeres embarazadas matriculadas entre 1997-2002.

Las madres fueron entrevistadas sobre conductas específicas del desarrollo de los niños entre los 6 y 18 meses, después se le preguntó por la lactancia a los 6 meses post-parto.

La dieta prenatal, incluida la cantidad y el tipo de pescado que consumían semanalmente, se evaluó mediante un detallado cuestionario de frecuencia alimentaria realizado a los seis meses de embarazo.

Durante las entrevistas, se les preguntó a las madres qué aspectos físicos y cognitivos concretos tales como si el niño a los seis meses podría retrasar su cabeza, sentarse con la espalda recta, responder a sonidos o voces, imitar sonidos, o gatear, podía identificar. A los 18 meses, se les preguntó acerca de los hitos más avanzados, como si el niño podía subir escaleras, sacarse los calcetines, beber de una taza, escribir o dibujar, poner palabras juntas, y si podían caminar sin ayuda.

Los niños cuyas madres comieron gran cantidad de pescado durante el embarazo tenían más probabilidades de tener mejores habilidades motoras y cognitivas. Por ejemplo, entre las madres que comieron poco pescado, el 5,7% de sus niños tenían puntajes más bajos de desarrollo a los 18 meses, en comparación con sólo el 3,7% de los niños cuyas madres tuvieron la mayor ingesta de pescado.

Fuente: La Tercera
Aporte: Roxana Segovia/ Nidia Oñate

Intolerancia a la lactosa


¿QUÉ ES LA LACTOSA? ¿CUÁL ES LA CAUSA DE LA INTOLERANCIA A LA LACTOSA?
La lactosa es el azúcar predominante de la leche. La causa de la intolerancia a la lactosa es la incapacidad del intestino para digerirla y transformarla en sus constituyentes (glucosa y galactosa). Esta incapacidad resulta de la escasez de un enzima (proteína) denominado lactasa, que se produce en el intestino delgado. Se estima que el 80% de la población mundial (95-100% de los indios americanos, 80-90% de negros, asiáticos, judíos y mediterráneos) sufren intolerancia a la lactosa en mayor o menor grado. Muchos de ellos presentan síntomas que recuerdan al síndrome de intestino irritable. Curiosamente la población del norte y centro de Europa, que convive con ganado vacuno desde el Neolítico, tiene mayor tolerancia a la lactosa que el resto de la población mundial. No existen diferencias en la prevalencia entre uno y otro sexo. En el 45% de las mujeres embarazadas que presentan el trastorno, este mejora durante la gestación.
¿CUÁL ES LA CAUSA DEL DÉFICIT DE LA LACTASA?
Existen múltiples causas de intolerancia a la lactosa, la más frecuente es la intolerancia primaria a la lactosa. La actividad de la lactasa es alta y vital durante la infancia, pero en la mayoría de los mamíferos, incluyendo los humanos, disminuye de forma fisiológica a partir del destete. Por eso, la intolerancia primaria a la lactosa se manifiesta en la mayoría de los casos en la pubertad o en la adolescencia tardía. La intolerancia secundaria a la lactosa es causada por cualquier daño de la mucosa intestinal o reducción de la superficie de absorción. Este tipo de intolerancia suele ser transitoria y depende de la enfermedad de base que tenga el paciente: enfermedad celiaca, enfermedad de Crohn, colitis ulcerosa, parásitos intestinales y gastroenteritis, entre otras. Por último existe un raro trastorno de origen genético, que es el déficit congénito de lactasa, en el cual el intestino delgado no produce dicha enzima y se pone de manifiesto en la primera semana de vida.
¿QUÉ SÍNTOMAS PRESENTA LA INTOLERANCIA A LA LACTOSA?
Se debe sospechar este cuadro cuando tras la ingestión de leche se presentan síntomas tales como dolor abdominal, distensión abdominal, gases y diarrea. Es un problema que afecta a una extensa población a nivel mundial, pero no es una amenaza seria para la salud. La gente que tiene problemas para digerir la lactosa aprende, probando, qué productos lácteos y en qué cantidad puede tomarlos sin presentar molestias y cuáles deben evitar. Muchos podrán disfrutar de los productos lácteos en pequeñas cantidades o junto con otros tipos de alimento. La gravedad de síntomas varía dependiendo de la cantidad de lactosa ingerida y de la tolerancia individual, hay pacientes que con cantidades pequeñas de lactosa (de 5 a 12 gramos, contenidos en 100 a 250 cc de leche) pueden presentar síntomas.
¿CÓMO SE DIAGNOSTICA? La historia clínica y la exploración alertan al médico de la posible alteración. El diagnóstico se confirma mediante las siguientes pruebas.
-Prueba de tolerancia a lactosa. Tras tomar por boca 50 gramos de lactosa, se toman muestras de sangre a los 30, 60 y 120 minutos, debiendo aparecer normalmente un aumento de 2 mg/dl de glucosa en sangre. Si el aumento es menor, sugiere malabsorción de lactosa.
-Prueba del aliento. Es la más empleada, y busca comprobar si aumenta el hidrógeno en el aire exhalado tras la ingesta de 50 gramos de lactosa.
-Prueba de acidez fecal. La acidez de las heces es alta en la intolerancia a lactosa. Se emplea pocas veces.
¿CUÁL ES EL TRATAMIENTO? El 70-80% de los pacientes responde a una dieta sin lactosa. El resto mantiene síntomas quizás porque además padece un síndrome de intestino irritable. Los síntomas intestinales de pacientes que consumen productos lácteos pueden reducirse con el uso de fermentos comerciales añadidos a la leche. Hay que tener cuidado con los medicamentos (20%) en los que el excipiente contiene lactosa (ver el prospecto), así como con ciertos alimentos preparados que la pueden tener en su composición (algunos embutidos por ejemplo). La ingesta menor de 240 cc de leche al día suele tolerarse bien. El yogur y los quesos curados suelen tolerarse mejor. En el mercado existen leches bajas en lactosa. La leche de soja se puede tomar con tranquilidad, ya que no contiene lactosa. Si se sigue una dieta baja en lácteos, se debe recomendar la toma de calcio para evitar desarrollar osteoporosis. También se sabe que muchos alimentos son ricos en calcio y bajos en lactosa, como por ejemplo vegetales de hoja verde (brécol, coles, acelgas, lechuga) y productos del mar (sobre todo las sardinas en conserva, también el atún y el salmón).
La intolerancia secundaria es generalmente autolimitada y se resuelve con el tratamiento de la enfermedad de base. Es preciso que los pacientes limiten el consumo de productos lácteos, si les producen síntomas, hasta que el problema principal esté controlado.
La piedra angular en el tratamiento es la educación del paciente, quien debe equilibrar su dieta, cambiándola hasta que desaparezcan las molestias, y aprender a interpretar el etiquetado de los alimentos para evitar la ingestión accidental de productos que contengan lactosa.

FUENTE: REVISTA ESPAÑOLA DE ENFEREMEDADES DIGESTIVAS AUTOR:D. Rodríguez Martínez y L. F. Pérez MéndezHospital Xeral-Cíes. Vigo



APORTE: Felipe Gonzalez, Nancy Carrasco

lunes, 20 de octubre de 2008

Impacto de la hipertensión en las cardiopatías en España.


Introducción y objetivos: Se presentan los resultados globales del estudio CARDIOTENS 99, un estudio transversal de ámbito estatal sobre prevalencia y grado de control de la hipertensión arterial asociada con diversas enfermedades cardiovasculares, realizado sobre 32.051 pacientes atendidos en consultas de cardiología y de atención primaria.
Métodos: Se registraron de forma prospectiva en un cuestionario uniformizado los datos demográficos, clínicos, tensionales y terapéuticos de todos los pacientes atendidos en un mismo día por 1.159 médicos (21% cardiólogos y 79% de atención primaria).
Resultados: El 33% de la muestra total de 32.051 pacientes tenía hipertensión arterial y el 19% antecedentes de cardiopatía. Presentaban hipertensión y cardiopatía 4.022 pacientes (13%). La hipertensión acompañaba al 77% de la insuficiencia cardíaca, al 66% de la cardiopatía isquémica (angina e infarto) y al 66% de la fibrilación auricular.El 47% de los hipertensos con insuficiencia cardíaca tomaba un inhibidor de la enzima convertidora de la angiotensina, el 32% de los hipertensos con insuficiencia coronaria un betabloqueador y el 25% de los hipertensos con fibrilación auricular estaban anticoagulados.Menos del 20% de los hipertensos con cardiopatía estaban controlados (presión arterial menor de 130/85 mmHg); el porcentaje de controlados entre los atendidos por cardiólogos era algo menor que en atención primaria.
Conclusión: La insuficiencia cardíaca, cardiopatía isquémica y fibrilación auricular crónica se asocian con gran frecuencia con hipertensión arterial. El control tensional de los hipertensos cardiópatas es muy limitado.El empleo de fármacos de indicación obligada en hipertensos con cardiopatías es escaso.

Fuente: José Ramón González Juanatey, Eduardo Alegría Ezquerra, José Vicente Lozano Vidala,
José Luis Llisterri Caroa, José María García Acuña e Isidoro González Maqueda

Sección de Hipertensión Arterial. Sociedad Española de Cardiología.
Sociedad Española de Medicina Rural y Generalista.

Aporte: Alessandra Araya N.

LOS FLAVONOIDES


Los flavonoides son pigmentos naturales presentes en los vegetales y protegen al organismo del daño producido por los agentes oxidantes, como los rayos ultra violeta, la polución ambiental, sustancias químicas presentes en los alimentos. El organismo humano no puede producir estas substancias químicas protectoras, por lo que debe obtenerse mediante la alimentación o en suplementos.
Estos compuestos fueron descubiertos por el premio Nóbel Szent-György, quien aisló en 1930, de la cáscara del limón una sustancia, la citrina, que regulaba la permeabilidad de los capilares. Los flavonoides se denominaron en un principios vitamina P (por permeabilidad) y también vitamina C2 (por que se comprobó que tenían propiedades similares a la vitamina C). No se pudo comprobar que los flavonoides fueran vitaminas.
Sus propiedades anti-radicales libres se dirigen fundamentalmente hacia los radicales idroxilo y superóxido, especies altamente reactivas implicadas en el inicio de la cadena de peroxidación lipídica y se ha descrito su capacidad de modificar la síntesis de eicosanoides (con respuestas anti-prostanoide y anti-inflamatoria), de prevenir la agresión plaquetaria (efectos antitrombóticos) y de proteger a las lipoproteínas de baja densidad de la oxidación (prevención de la placa de ateroma).
Los flavonoides se encuentran en frutas, verduras, semillas y flores, así como en cerveza, vino, te verde, te negro y soja. También en extractos de plantas como arandano, gingko biloba, cardo y mariano. Desempeñan un papel importante en la biología vegetal; responden a la luz y controlan los niveles de las auxinas que regulan el crecimiento y diferenciación de las plantas. Tienen un papel antifúngico y bactericida, confieren color, lo que puede contribuir a la polinización.
Los flavonoides se ubican principalmente en las hojas y en el exterior de las plantas (excepción la cebolla).
Se han identificado mas de 5.000 flavonoides entre los que se pueden destacar:

Citroflavonoides: Quercitina; flavonoide amarillo verdoso, presente en cebollas, manzanas, brócolis, cerezas, uvas y repollo rojo. Hesperindina; presente en los hollejos de naranjas y limones. Naranjita; le da sabor amargo a las frutas como a la naranja, limón y pomelo. Limoneno; en limón y lima.
Isoflavonoides: Presentes en la soja. Los mas conocidos son la Genisteína y la Daidzeina.
Proantocianidinas: Se encuentran en la semilla de la uva y vino tinto.
Antocianidinas: Pigmentos vegetales dan el color rojo y el rojo azulado de las cerezas.
Ácido Elágico: Se encuentra en la uva y en verduras.
Catequina: En el te verde y negro.
Kaemferol: En puerros, brócoles, rábanos, endibias y remolacha roja.

Fuente: S. Martínez-Flórez, J. González-Gallego, J. M. Culebras* y M.ª J. Tuñón
Departamento de Fisiología, Universidad de León y *Hospital de León. España

Aporte: Susana Giacaman M.

TRASTORNOS DE LA CONDUCTA ALIMENTARIA EN ESTUDIANTES DE LA CARRERA DE NUTRICIÓN Y DIETÉTICA


Antecedentes: Numerosos estudios señalan la presencia de síntomas compatibles con trastornos de la conducta alimentaria en estudiantes de nutrición y nutricionistas. Objetivo: Estimar la presencia de sintomatología relacionada con desórdenes alimentarios en estudiantes de sexo femenino de la carrera de Nutrición y Dietética de la Universidad de Valparaíso. Material y Métodos: La muestra constó de 123 estudiantes que cursaban entre primer y cuarto año de la carrera, con una media de edad de 20 años 9 meses a las que se les aplicó el Inventario de Trastornos Alimentarios (EDI) y el Test de Actitudes Alimentarias (EAT-40). Resultados: Las estudiantes de Nutrición y Dietética tuvieron un riesgo similar (15%) de padecer patologías alimentarias que otros universitarios y el estado nutricional no se asoció al riesgo de desarrollarlas. Las sintomatologías más prevalentes en el grupo de riesgo según el EDI fueron insatisfacción corporal (p=0,01), motivación por la delgadez (p=0,01) y perfeccionismo (p=0,05). Se detectó una mayor tendencia hacia la presencia de sintomatología anoréctica en relación a la bulímica. Conclusión: Los hallazgos obtenidos contribuyen al conocimiento sobre los cuadros alimentarios, patologías que actualmente se encuentran en alza, y en grupos que la literatura designa como vulnerables.
Palabras claves: Trastornos de la conducta alimentaria; EAT-40; EDI; estudiantes de nutrición y dietética; riesgo.
Fuente : Rev Chil Nutr Vol. 34, Nº4, Diciembre 2007
Aporte: Fernanda Momberg, Siboney Jorquera

Estudio de prevalencia de talla baja y factores de riesgo relacionados en escolares de Corrientes (Argentina).

Objetivo: Identificar factores de riesgo medioambientales para talla baja de escolares de ambos sexos de la ciudad de Corrientes en Argentina.
Población y métodos: Desde marzo a diciembre de 2000, se estudiaron 2.282 niños de ambos sexos de 6 a 14 años de edad, que acudían a dos escuelas primarias del centro urbano y dos escuelas de la periferia. Las variables estudiadas fueron edad, talla corporal, peso corporal, peso al nacimiento, alimentación materna, instrucción materna y nivel socioeconómico. Los valores de talla fueron convertidos en puntos de desviación estándar (DE) y referidos a estándares NCHS (EE.UU.). El análisis estadístico se efectuó con la prueba de chi cuadrado (x2) para variables cualitativas y ANOVA para variables cuantitativas. Se aceptó una significación de p < 0,05.
Resultados: El 4,6 y el 25,1 % de los niños presentó talla inferior a 2 DE y a 1 DE, respectivamente. El analfabetismo materno, el bajo peso al nacimiento, la ausencia de alimentación materna y el bajo nivel socioeconómico se relacionaron de manera estadísticamente significativa con talla baja.
La prevalencia de talla baja en este grupo es semejante a la de otros países latinoamericanos. La ausencia de lactancia materna, el analfabetismo materno, el bajo peso al nacimiento y el bajo nivel socioeconómico en este grupo constituyeron factores de riesgo para talla baja.

Fuentes:
Departamento de Ciencias Básicas. Cátedra I de Fisiología Humana. Facultad de Medicina de la Universidad Nacional del Nordeste. Corrientes. Argentina. O.H. Polettia L. Barrios

Aporte: NIDIA OÑATE, ROXANA SEGOVIA.

jueves, 16 de octubre de 2008

Colesterol y tabaco: clásicos que perduran en el tiempo


En la primera década del siglo XX, la tasa de cardiopatía coronaria era extremadamente baja en países desarrollados y prácticamente inexistentes en países en vías de desarrollo. Incluso en hospitales de áreas metropolitanas, el número de admisiones por esta enfermedad no superaba la media de una por mes y la cardiopatía coronaria representaba menos del 1% de todas las muertes. No obstante, a partir de la década de los veinte, el aumento en la incidencia de la enfermedad fue enorme, hasta el punto de que durante los setenta representaba más del 30% de la mortalidad total en poblaciones occidentales industrializadas. A partir de los ochenta, esta tendencia se invierte y comienzan a observarse importantes disminuciones en las tasas de mortalidad, sobre todo en Estados Unidos. Sin embargo, no todo son buenas noticias. Primero, la incidencia de la enfermedad no ha disminuido y no parece haber cambio en el número de admisiones hospitalarias de pacientes con enfermedad cardiovascular (ECV). Esto sugiere que los beneficios parecen ser atribuibles a prevención secundaria, y no a prevención primaria. Segundo, la mortalidad sigue aumentando en otros países occidentales, principalmente en la Europa del Este.
El éxito de cualquier medida preventiva depende en gran parte del conocimiento de los factores de riesgo y de la modificación de los mismos, que puede tener sobre la progresión de la enfermedad. En el caso de la enfermedad cardiovascular, conocemos un buen número de factores de riesgo y, muchos de ellos son modificables. Este conocimiento tiene su origen en estudios prospectivos que, a lo largo de las últimas décadas, han venido contribuyendo cambios de estos. Como se ha indicado anteriormente, hacia la mitad del siglo pasado las enfermedades coronarias habían alcanzado proporciones epidémicas y poco se conocía acerca de los factores desencadenantes de las mismas. De ahí que el Instituto Nacional del Corazón de los Estados Unidos, se embarca en un proyecto realmente ambicioso para su tiempo. El objetivo era la identificación de los factores o características comunes que contribuían a las enfermedades cardiovasculares, mediante el seguimiento a largo plazo de un gran número de individuos, en el momento de su incorporación al estudio todavía no habían manifestado evidencia clínica de la enfermedad. Inicialmente se reclutaron 5.209 varones y mujeres con edades comprendidas entre los 30 y 62 años. Así comenzó la primera serie de exámenes médicos, clínicos, bioquímicos y de estilos de vida que constituirían las bases para el análisis de los patrones comunes relacionados con el desarrollo de las enfermedades cardiovasculares. El Estudio se enriqueció con la adición de una segunda generación, consistente en 5.124 descendientes de la primera generación y sus cónyuges. Durante más de 50 años, el Estudio de Framingham ha contribuido a la identificación de los mayores factores de riesgo cardiovascular, tales como la hipertensión, la hipercolesterolemia, el tabaquismo, la obesidad, la diabetes y el sedentarismo,y así como otras, recientemente que se han detectado .Asimismo, los más de 50 años de seguimiento han permitido la elaboración de funciones que se están utilizando para la predicción del riesgo individual, basado en los riesgos clásicos y las tasas de incidencia de Framingham, y que se están utilizando para la decisión de tratamiento de nuevas recomendaciones.
Otro estudio clásico que ha contribuido en gran medida a nuestro conocimiento de los factores de riesgo ha sido el Estudio de los Siete Países, que demostró de manera inequívoca que durante los sesenta y setenta las cohortes del sur de Europa tenían una incidencia de enfermedad coronaria significativamente inferior a aquellas observadas en el norte de Europa y en Estados Unidos, a pesar de que en algunos casos los factores de riesgo clásicos no hubieran predicho tales diferencias3 .
La dieta, la actividad física, los factores psicológicos, culturales y socioeconómicos, pueden ser responsables de la «mayor» salud cardiovascular en nuestro ambiente.
Los factores de riesgo, examinados son muy limitados (colesterol total y glucosa), pero representan el conocimiento que se tenía acerca de estos en el momento de la iniciación del estudio. Los otros factores de riesgo incluidos fueron la presión arterial, el consumo de cigarrillos y el índice de masa corporal (IMC). Los resultados obtenidos demuestran claramente que en esta población, caracterizada por unas tasas bajas de incidencia y mortalidad coronaria, los niveles elevados de colesterol y el consumo habitual de cigarrillos están asociados con la incidencia y mortalidad coronaria (tras ajuste por edad, presión arterial, glicemia, y el IMC); mientras que los niveles elevados de colesterol, glicemia y consumo de cigarrillos se asocian independientemente con el riesgo de mortalidad total.
Si bien es cierto que estas diferencias pueden deberse a un problema metodológico, hacen sospechar que estas diferencias pueden ser reales, y que otros factores bioquímicos y ambientales influyen para contrarrestar el riesgo más elevado que tendría que venir asociado con los niveles más altos de colesterol.
Existe un gran número de candidatos que pueden contrarrestar con esta explicación. El primero de ellos corresponde a los niveles de colesterol en HDL., IMC más reducido, y los niveles más altos de actividad física­ sean responsables de una buena parte de las reducidas tasas de morbilidad y mortalidad cardiovascular. No debemos olvidar, que existen otros factores más difíciles de medir, tales como las diferencias en estilos de vida. Por último, es posible que nuestra población esté enriquecida en polimorfismos genéticos que aumenten la protección cardiovascular, o que exista una frecuencia menor de polimorfismos que aumenten la predisposición cardiovascular.
En resumen, este artículo ofrece una clara perspectiva de los factores que inciden en esta población, al objeto de disminuir el riesgo individual de enfermedad cardiovascular.
Fuente: Dr. José M. Ordovas. Nutrition and Genomics Laboratory. JM-USDA-HNRCA at Tufts University. 711 Washington St.Boston, MA 0211. EEUU.
Aporte: carolina Lara Álvarez. Maciel Loyola Pérez

jueves, 9 de octubre de 2008

Mortalidad evitable y cáncer de colon y recto

El cáncer de colon y recto se sitúa en segundo lugar en
el ranking de causas de muerte por tumores en España, tanto
en varones como en mujeres, y es uno de los de mayor incidencia
en todos los Registros de Cáncer españoles. Este
tumor cumple la definición de mortalidad evitable «casos de muerte
por enfermedades o causas externas que disponen de tratamiento
o medidas de prevención y que podrían haberse evitado
si el sistema sanitario hubiera actuado correctamente en
todos sus pasos». La evidencia científica demuestra abrumadoramente
que hay medidas consagradas de prevención
primaria y secundaria de este tumor.
En primer lugar, gran número de estudios han identificado
diversos factores de riesgo y de protección de esta neoplasia,
y que los cambios en la exposición a estos factores
disminuyen su incidencia y mortalidad. Entre estos factores
está el consumo de tabaco, el consumo de alcohol, la ingesta
de carnes rojas y procesadas, el déficit de ácido fólico
y su interacción con el consumo de alcohol, el sedentarismo,
el sobrepeso y la hiperglucemia, todas ellas
exposiciones potencialmente modificables. De hecho, se ha
verificado que el potencial de prevención primaria de este tumor
modificando las exposiciones citadas es uno de los más importantes,
ya que reduce su incidencia en un 71%. La aplicación
de estas medidas ha producido un descenso mantenido
en la incidencia y la mortalidad por este tumor en varios
países y, tristemente, en otros como España, que nunca las
aplicaron apropiadamente, la incidencia y la mortalidad por
cáncer de colon y recto ha aumentado imparablemente durante
las últimas décadas, superando a las de los países que
históricamente las tenían más altas.
En segundo lugar, hay una sólida evidencia científica sobre
la eficacia de algunos procedimientos para la detección precoz
de este cáncer. Varios ensayos clínicos controlados con
asignación aleatoria y el metaanálisis de éstos han demostrado
que la detección de sangre oculta en heces es una medida
eficaz para reducir la mortalidad por estos tumores. Asimismo,
otro tipo de estudios han demostrado la eficacia de
la rectosigmoidoscopia para su detección precoz. La combinación
de ambos procedimientos y otros, como la colonoscopia,
que están en estudio, pueden mejorar en un futuro
cercano la eficacia de los programas de detección precoz.
Por todo lo expuesto, consideramos que el cáncer de colon
y recto cumple todos los requisitos estipulados por los autores
para incluirlo en los 2 grupos de causas seleccionadas:
las susceptibles de intervención por los servicios de asistencia
sanitaria (programas de detección precoz) y los susceptibles
de intervención por políticas sanitarias intersectoriales
(programas de prevención primaria).
Algunos investigadores de prestigio sobre el tema de mortalidad
evitable están haciendo comparaciones internacionales
sobre sus tendencias, en las que se incluye a España y
al cáncer de colon y recto como causa evitable. Si la lista
propuesta por los autores prosperase, se subestimaría sensiblemente
el impacto de la mortalidad evitable en España y
se comprometería la evaluación de las medidas de prevención
primaria y secundaria aplicadas para su reducción, imposibilitando
además la comparabilidad de nuestros resultados
con los de otros países.
Por todo lo expuesto, consideramos que la lista es incompleta
si no se incluye el cáncer de colon y recto, y que
en su estado actual no debería alentarse su uso en España.

FUENTE: Miguel Gili / Juan Luis Cabanillas / Luis Béjar
Departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública,
Universidad de Sevilla, Sevilla, España, publicado revista. Gac Sanit. 2007;21(2):176-8

APORTE. Gustavo A Cediel. ND, MSc (c)

EL ESTUDIO PROSPECTIVO EUROPEO SOBRE CÁNCER Y NUTRICIÓN

EPIC es un estudio prospectivo multicéntrico coordinado por la Agencia Internacional de Investigación del Cancer (IARC) de la OMS, que se inició en 1993 con la recogida de datos y muestras de sangre en 23 centros de 10 países europeos: Alemania, Dinamarca, España, Francia, Grecia, Holanda, Italia, Noruega, Reino Unido y Suecia, En España se realiza en 5 áreas geográficas: Asturias, Granada, Guipúzcoa, Murcia y Navarra. Se incluyeron en la cohorte 519.978 individuos (de los cuales 366.521 son mujeres) y en 385.719 de ellos se dispone de muestras de sangre por análisis de laboratorio. Hasta la fecha se han identificado 24.195 casos incidentes de cáncer. Los resultados de la comparación del consumo alimentario entre los 23 centros europeos se han publicado en el 2002, en un suplemento de una revista europea de Nutrición. Los primeros resultados obtenidos en EPIC sobre la relación de la dieta y el cáncer muestran un efecto protector del consumo de fibras, frutas y verduras sobre el cáncer colo-rectal, un efecto protector del consumo de frutas sobre el cáncer de pulmón, y de las frutas y verduras sobre el tracto digestivo superior, mientras que se ha confirmado que el alto consumo de frutas y verduras no tiene efecto sobre el cáncer de próstata. Usando un diario de 7 días para evaluar el consumo de grasas saturadas, se ha confirmado que un alto consumo de estas aumenta el riesgo de cáncer de mama.

FUENTE: Rev. Esp. Salud Publica vol.78 no.2 Madrid Mar./Apr. 2004

APORTE. Gustavo A Cediel. G. Nutricionista MSc (c)