jueves, 23 de octubre de 2008

Lactancia Materna


Aseguran que comer pescado durante el embarazo beneficiaría la lactancia
Según un estudio realizado en Dinamarca, el consumo de pescado durante el embarazo y la lactancia materna, estarían relacionados con un mejor desarrollo físico y cognitivo en los niños.

"Estos resultados, junto con los hallazgos de otros estudios de la mujer en los Estados Unidos y el Reino Unido, proporcionan evidencia adicional de que la ingesta moderada de pescado durante el embarazo no perjudica el desarrollo del niño y puede ser beneficioso", dijo la profesora asistente Emily Oken, principal autor del estudio.

El estudio, que apareció en la edición de septiembre del American Journal of Clinical Nutrition, y fue llevada a cabo por investigadores del Departamento de Atención Ambulatoria y Prevención de la Harvard Medical School y Harvard Pilgrim Health Care y el Grupo de Nutrición Materna del Departamento de Epidemiología en el Statens Serum Institut de Copenhague, Dinamarca.

De acuerdo a la nota publicada en el sitio web ScienceDaily, estos resultados proporcionan una prueba más de que los ácidos grasos omega-3 encontrados en el pescado y sus compuestos, son beneficiosos para el desarrollo del bebé.

El equipo de estudio examinó a 25.446 niños nacidos de madres que participan en el programa danés de nacimiento, un estudio que incluye a las mujeres embarazadas matriculadas entre 1997-2002.

Las madres fueron entrevistadas sobre conductas específicas del desarrollo de los niños entre los 6 y 18 meses, después se le preguntó por la lactancia a los 6 meses post-parto.

La dieta prenatal, incluida la cantidad y el tipo de pescado que consumían semanalmente, se evaluó mediante un detallado cuestionario de frecuencia alimentaria realizado a los seis meses de embarazo.

Durante las entrevistas, se les preguntó a las madres qué aspectos físicos y cognitivos concretos tales como si el niño a los seis meses podría retrasar su cabeza, sentarse con la espalda recta, responder a sonidos o voces, imitar sonidos, o gatear, podía identificar. A los 18 meses, se les preguntó acerca de los hitos más avanzados, como si el niño podía subir escaleras, sacarse los calcetines, beber de una taza, escribir o dibujar, poner palabras juntas, y si podían caminar sin ayuda.

Los niños cuyas madres comieron gran cantidad de pescado durante el embarazo tenían más probabilidades de tener mejores habilidades motoras y cognitivas. Por ejemplo, entre las madres que comieron poco pescado, el 5,7% de sus niños tenían puntajes más bajos de desarrollo a los 18 meses, en comparación con sólo el 3,7% de los niños cuyas madres tuvieron la mayor ingesta de pescado.

Fuente: La Tercera
Aporte: Roxana Segovia/ Nidia Oñate

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